@ItzelEguiluz
Aunque no soy la admiradora número
uno de la Real Academia Española (RAE), porque muchas veces no estoy de acuerdo
con la forma en la que han ido adaptando el idioma, sí los compadezco. Y es que
cada año nos inventamos cientos y miles de nuevas palabras, derivadas de un
idioma u otro y muchas que vienen de la tecnología. Hoy de la que hablo es sexting, que seguramente pronto estará
en la RAE. Veremos.
Justamente la columna pasada
hablaba sobre los libros de educación sexual y reproductiva en las escuelas y
esta semana se utiliza ya el nuevo libro del Gobierno del Distrito Federal
sobre educación para la salud en quinto y sexto año de primaria. En el libro
hay un capítulo sobre sexualidad, cambios hormonales, cambios físicos, cómo
conocer el cuerpo (cosa que más de uno que ya pasó por la prepa no hace) y más.
También se habla brevemente sobre
sexting, lo que me pareció muy
acertado porque según la “Guía sobre la adolescencia y sexting: qué es y cómo prevenirlo” los que resultan más afectados
son niños y adolescentes, hombres y mujeres, de entre 10 y 16 años de edad.
Aunque, en países como Estados Unidos son más los adultos que lo hacen.
Sexting tiene muchas definiciones, pero básicamente es cuando una
persona se toma fotos o se hace un video con contenido sexual y las envía a
otra persona por medio del celular o la computadora, voluntariamente. El
problema es cuando la persona a la que se enviaron los contenidos los difunde o
que estas fotos o videos sean interceptados (hackeados) y posteriormente se vuelvan públicos.
Los riesgos son las redes de
pornografía, sobre todo infantiles, los chantajes, el bullying y el ciberbullying,
la llamada sextorsión (en donde, por ejemplo, se pide al extorsionado que siga
enviando contenidos sexuales), el grooming
(cuando un adulto, a través de Internet, convence a un menor de enviarle
contenidos sexuales o de realizar actos sexuales con él), entre otros.
Tanto en México, como en Estados
Unidos y España, las mujeres son las que producen más contenidos, y los hombres
quienes lo reciben. Sobre la legislación al respecto, en Estados Unidos se creó
una propuesta de ley en donde se prohíbe a los adolescentes de entre 10 y 17
años de edad enviar fotografías desnudos o en posiciones sexuales. También debe
de tenerse en cuenta la edad de consentimiento sexual que exista en el país, en
México es entre los 16 y los 18 años dependiendo del estado.
Para mí el problema esencial no
es el sexting en sí, al menos no para
los mayores de edad o que tienen conciencia de lo que se están haciendo. El
problema es que no comprendamos el respeto, la privacidad, la intimidad y la
confianza (o que te topes con un hacker).
Lo principal es saber que una vez que das enviar o compartir no hay marcha
atrás, el contenido ya ha quedado en algún lugar de la web.
*Realizado originalmente para Djovenes.org
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